domingo, 20 de septiembre de 2020

 Mad Max 2: The Road Warrior (1981) de George Miller


Pocas películas suelen ser tan representativas de un género como lo es Mad Max 2, el filme postapocalíptico por antonomasia. ¿Por qué elegir la segunda entrega de esta saga? Creo que si bien supone un avance con respecto a su predecesora (Mad Max, 1979), también se trata de una obra en la cual se fusionan elementos procedentes de diversas influencias. Un escenario ambientado tras un holocausto nuclear, el sci-fi, el pulp, la estética punk, el cómic y el cine exploitation se encuentran unidos en este western nihilista. En The Road Warrior asistimos al encuentro entre el legado de un director como Sergio Leone y las ilustraciones de la revista 2000 AD, y esa es una de las razones por las que conservo tanto aprecio por esta película.


Los desolados paisajes del desierto australiano le sirven a la cinta para introducirnos en una alegoría pesimista acerca del futuro de la sociedad. El fenómeno del desamparo del individuo se hace evidente a la par que observamos a nuestro protagonista recorrer solitariamente las carreteras en busca de gasolina, agua y alimentos. Se trata del hombre atomizado, el cual -ante la ausencia de un estado capaz de protegerlo- debe defenderse por su cuenta, es decir, Max Rockatansky se ve forzado a crear su propia ley. En definitiva, la película nos plantea una situación de anomia generalizada en la que, de alguna manera, el mundo se encuentra nihilizado; Max, como sujeto, debe afrontar esta realidad, hallándose enajenado de todo aquello que antes supo brindarle una referencia.


Un personaje que me resulta muy interesante es Lord Humungus, el antagonista principal, líder de los Marauders (la violenta banda que, utilizando diversos vehículos, se dedica a asolar los caminos, siendo muy agresivos contra otros sobrevivientes). En una primera impresión, Humungus podría parecer un villano unidimensional, sin embargo, ciertos rasgos de su personalidad y caracterización son llamativos. Por empezar, su aparición inicial es intimidante, tratándose de una figura de la cual emana autoridad (ya sea tanto por su porte físico, su elevada estatura, el tono de su voz y su indumentaria). Además, también representa la cuestión de lo velado (la máscara de hockey que oculta su rostro). Al momento de ser presentado por Toadie, el vocero de los Marauders, Humungus es introducido como "The Ayatollah of Rock and Rolla". Las singularidades no se detienen allí; en un mundo en el cual todo está decayendo, Lord Humungus cuenta con una cuidada caja para guardar su revólver calibre .44. En el interior de ese mismo estuche pueden observarse condecoraciones militares del ejército australiano, la fotografía de una pareja (posiblemente de los tiempos de la Primera Guerra Mundial), municiones y -curiosamente- un Totenkopf prusiano (la calavera con las tibias cruzadas).


Una de las escenas más interesantes que involucran a Humungus tiene lugar durante la secuencia de la tortura nocturna, en la cual lo oímos recitando "Mein Sohn, mein Sohn" y "Mein Vater, mein Vater". Esas líneas proceden de un poema de Johann Wolfgang von Goethe, titulado "Der Erlkönig" (El rey de los elfos), en el que se describe la muerte de un niño al ser atacado por entes invisibles. En mi opinión, esta referencia merece ser señalada, debido a que el gesto de evocar un poema romántico en un escenario postapocalíptico no es, en absoluto, un detalle menor. 


"Erlkönig", ilustración de Moritz von Schwind, 1849, Galería Nacional de Praga.

A mi entender, en la caracterización de Lord Humungus, se observan los elementos dispersos de un personaje que simboliza la confusión del post-apocalipsis. Parecería que, en un mundo alborotado, nos topamos con un antagonista constituido por una sumatoria de elementos incoherentes, pero que de alguna extraña forma están unidos, conservando una tenue red de sentido. Incluso la alusión al romanticismo (si se quiere, demasiado categóricamente, al "romanticismo burgués") podría ser vista como más que apropiada. Dicho movimiento encarnaba, en su día, las primeras representaciones de un mundo que recién emergía, tratándose de la corriente artística mediante la cual la burguesía idealizó sus gestas revolucionarias. Por lo tanto, esta críptica referencia a un poema de fines del siglo XVIII adquiere otro matiz si consideramos que Mad Max 2 retrata, justamente, el hundimiento total de ese mundo de la sociedad burguesa, el fin de esa forma de vida. En este caso, el niño del poema de Goethe, siendo atacado por unas fuerzas invisibles (el Rey Elfo y sus hijas), actuaría como una metáfora del colapso de la civilización.


También resulta significativo que muchos de los integrantes de los Marauders sean ex policías (al igual que Max). Al asignarle a los miembros de la banda de Lord Humungus un pasado como policías, lo que se está representando es que ellos manejan una técnica con respecto a la utilización de la fuerza, y, en una sociedad que se ha desquiciado, ya no existen referencias ni parámetros posibles, sino que la única referencia, el único parámetro, es la fuerza. Al tratarse del completo derrumbe de un orden, sólo permanecen los restos dispares y ruinosos de todo lo que alguna vez fue.


No hay que perder de vista el contraste que se presenta entre Max y otro de los personajes centrales: el Capitán Gyro. Solamente los asemeja el hecho de haber sobrevivido a la hecatombe nuclear, fuera de eso, los dos presentan rasgos muy dispares. Las diferencias entre uno y otro se tornan más notorias a la hora de interactuar con los habitantes de la ciudadela (en la cual se encuentra la refinería). Max es un renegado que ha perdido todo y no tiene deseos de exponerse a los vaivenes de las relaciones humanas, rechazando la opción de volver a ser parte de la sociedad. Por su parte, el Capitán Gyro, a pesar de haber pasado por peripecias similares, entiende que necesita formar parte de un grupo, no oculta su deseo de lograr aceptación y se comporta como si no le costara entablar relaciones con otros. Esta es la razón por la cual algunos lo consideran como el auténtico héroe del filme.


De esta forma, partiendo de una lectura simplista, podría interpretarse que el Capitán Gyro es el héroe, porque es quien logra reinsertarse entre sus pares. Max, en cambio, busca redimir su dolor con su propio sufrimiento, acompañado solamente por su perro. Aun así, creo que el escenario que propone la película es mucho más complejo. A decir de Aristóteles, fuera de la sociedad el hombre es una bestia o un Dios (Nietzsche añadiría una tercera categoría: los filósofos). La pregunta, en este caso, debería ser ¿Existe el bien y el mal en el momento de elegir cualquiera de los dos caminos? ¿Acaso uno es moralmente correcto y el otro no?


Entonces, si bien se trata de dos modelos de vida distintos, no debemos olvidar que se encuentran inmersos en un mismo contexto postapocalíptico, en el cual el viejo orden ya no existe como tal. Por lo tanto, ambas opciones son válidas. El Capitán Gyro está eligiendo una costumbre, digamos, la vida en sociedad, osea, él está volviendo a las viejas formas. Max, al contrario, reniega de eso, porque entiende que tiene que hacer su ley, tiene que construir una moral que le permita hacerse una perspectiva de la nueva realidad, por así decirlo, de la nueva normalidad. Él es consciente de la ausencia de referencias, comprende que no hay posibilidades, que no hay nada. Sin descreer de los esfuerzos, logra percibir la vanidad de las aspiraciones por refundar la civilización. Inclusive, existe hasta una cuestión metafísica de por medio. Aquel que perdió todo, hasta su propia humanidad, ahora vive errante, guiado por su instinto de supervivencia. En este sentido, la soledad de Max nos está diciendo algo muy profundo.


El guión de The Road Warrior fue escrito por el propio director, George Miller, en conjunto con Terry Hayes y Brian Hannant. La concepción del mismo encierra un aspecto interesante. Para su escritura, Miller tomó su inspiración, en gran parte, en el trabajo del mitólogo Joseph Campbell, particularmente, de la obra El héroe de las mil caras. Esta influencia no debe ser pasada por alto, porque, en una suerte de construcción literaria del personaje de Max, se hace evidente la idea del camino del héroe. Dicha noción es una de las claves de los estudios efectuados por Campbell, centrados en torno a la estructura mitológica del viaje del héroe arquetípico, la cual -según sostenía el autor- puede hallarse mediante el análisis de los mitos de las diferentes culturas y tradiciones.


En Mad Max 2, la dirección de Miller contó con los aportes de Graham 'Grace' Walker, quien tuvo a su cargo la dirección artística, el talento de Dean Semler, director de fotografía, y la música del compositor australiano Brian May. Mel Gibson regresó para interpretar, por segunda vez, a Max Rockatansky, junto con las actuaciones de Bruce Spence y Virginia Hey. Con el paso del tiempo The Road Warrior se convertiría en una de las películas más distintivas del género postapocalíptico, llegando a ser considerada como una cinta de culto, cuya influencia puede rastrearse hasta el día de hoy.

13 comentarios:

  1. Excelente análisis de una película clave del cine, y que generó una ola de clones desde Filipinas hasta Italia! :D

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    1. Muchas gracias Chris! Si, demasiado innovadora en su día y, a su vez, muy clave para todo lo que vino después!

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  2. Muy buen análisis de una gran película

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  3. Una película que abrió las puertas al cine post apocalíptico. Interesante análisis.

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    1. Gracias!! Totalmente de acuerdo, creo que The Road Warrior y Fury Road son las mejores de toda la saga.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Grande Talooo, buenisimo el análisis, aguante mad max, la profundidad de Road Warrior hace quedar a fury road como un especial de navidad del tc2000

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    1. Muchas gracias Cavernario!!! Jaja!! Si! Y expone lo edulcorada y PG-13 que es Beyond Thunderdome (al menos después de la media hora inicial).

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  6. excelente análisis, talo. muy esclarecedor en algunos puntos y muy fino en otros.
    algunos agregados: es muy interesante la presentación q decís de lord humungus, aludiendo al poema de goethe, el niño atacado y muerto x entes invisibles, cuando, en realidad, del refugio de la petrolera es un niño el que sale a atacarlos con un boomerang -sin hacer referencia a mad max 3, como si en el fondo se tratara de eso, de la venganza de los niños y las niñas sobre la civilización adulta q fue la dejó todo hecho mierda.
    por otro lado, agrego algo al genial análisis que hacés entre gyro y max. si bien, es cierto q nos encontramos en un estado de anomia -¿amoral?-, vemos algunos ptos en el q todo no vale. max negocia y gyro es bondad sin esperar retribución alguna. max es 1 policía honesto y, x tanto, identifica perfectamente donde está el mal. gyro, x su parte, busca la amistad ante todo.
    y en algún pto, hasta me animaría a decir que el loco max busca el sacrificio al final, cdo decide manejar el camión -esto tiene que ver con la imagen del héroe que mencionás arriba.
    es decir, los valores convencionales no se dejan de lado y se ve claramente dónde están unos y dónde están parados los otros. aunque sí, es cierto, la excesiva y romántica imagen del max solitario persiste en esa búsqeda d sobrevivir creando sus propias leyes -que no son otras que las mismas de siempre.
    pero me animaría a decir más, como detalle: una última cosa en defensa de la soledad de max. él fue engañado por la comunidad de la refinería. es decir, no le contaron los planes, aunque al final los acepta, el camnión era un señuelo. pero él no lo supo hasta el final, lo q lo deja un poco mal parado, en un estado naif y, aunque la comunidad pudo escapar -y gyro reinsertarse en esa comunidad-, max, sin olvidar q está loco, es un dulce total jajaja

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    1. Mati!! Muchísimas gracias!!! Y gracias también por comentar! Está bueno lo que propones, porque me gusta que se generen este tipo de intercambios en el Café. Paso a responder: Claro! Es que la escena del niño feral arrojando el boomerang es muy interesante. Creo que apunta a esto que señalabas al principio del comentario, busca representar el ataque de los niños hacia sus mayores, la venganza contra los adultos, contra los culpables de haberlos sumergido en ese mundo devastado. Respecto a lo otro que comentabas, me parece que si, en Mad Max 3 el tema de la niñez es central. Incluso, hay quienes la han tildado de ser una adaptación postapocalíptica de "El señor de las moscas". Te diría que Beyond Thunderdome es una película que me deja impresiones mixtas. Por un lado, disfruto mucho la media hora inicial (todo este asunto de Bartertown, la pelea entre Max y Blaster en el domo del trueno y demás). Mi problema con Beyond Thunderdome empieza en el momento en que Max es abandonado en el desierto, no estoy seguro de si era el rumbo indicado que la franquicia debía tomar. Además, creo que se nota cierta intención de presentar una versión amigable (o, si se quiere, “kid friendly”) de Mad Max, lo cual me fastidia un poco (aun así, no por eso deja de ser un producto interesante y con un esfuerzo de producción notable).
      Si, estoy totalmente de acuerdo. Es una lectura muy buena la que estás planteando acerca de la cuestión del sacrificio hacia el final. Es llamativo este aspecto del engaño que implicaba conducir el camión, porque, en cierto modo, es un poco pesimista, digamos, es pesimista en cuanto a la posibilidad de encontrar una suerte de expectativa a nivel social. Lo que se está sugiriendo, de alguna manera, es que la civilización se vuelve a refundar a partir de una traición.
      Me encanta la forma en que se despide el narrador (la versión adulta del niño feral): “And the Road Warrior? That was the last we ever saw of him. He lives now... only in my memories”. Max ya ha dejado de ser Max Rockatansky, ahora forma parte de la leyenda, se ha convertido en “el guerrero de la carretera”. Esa frase del final está llevando al personaje a un plano mítico en el que se entremezclan formas de cosmovisión muy tribales con esto que es, justamente, la anomia social y la tecnología contemporánea. A partir del caos, se construyen nuevas referencias, surgen nuevas tradiciones.

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